A la primera persona que le escuché asociar las mariposas amarillas con la llegada de alguna visita a la casa fue a mi mamá.
Apenas las veía, revoloteando como breves suspiros de seda por entre las hojas de sus queridas “maticas”, afirmaba sin duda ni temor a equivocarse:
“Hoy se va a aparecer alguien por ahí” y era como la certeza indescifrable de la fe, porque se alistaba para recibir al amigo o al extraño que estaba por llegar.
Lo curioso de aquella adivinación que le permitían las pequeñas mariposas (o taritas amarillas, como le decíamos los niños), era que siempre se aparecía una visita inesperada, por lo general grata, que hacía fortalecer una de sus tantas creencias en lo que no se ve.
Las “taras” grisáceas o negras dentro de las casas, las moscas fastidiosas y los cigarrones que morían en los pórticos también formaban parte de anuncios ineludibles de que algo poco favorable iba a pasar. Por suerte, estos avisos eran los menos y ella trataba de no darles importancia.
Cuando hace una semana terminé de leer Cien años de soledad obtuve una doble satisfacción. La del lector que presiente el encuentro con una crónica mágica y sustanciosa y comprueba que la historia lo es de principio a fin y la de alguien que se maravilla y sonríe sólo de imaginar la cara de mi mamá si hubiese leído cómo las mariposas amarillas perseguían, anunciaban y delataban siempre al enamorado Mauricio Babilonia en la obra de García Márquez.
Es que me parece escucharla diciendo: “Vieron que es verdad, que eso lo dicen hasta los libros”.
Este domingo, Día de las Madres, desearía oírla explicándome por qué esas alas de sol eran tan importantes para ella y por qué yo las busco y ya no las encuentro. Creo que ella, hace siete años, se las llevó todas al cielo.
Feliz día a todas las madres…
Comentarios
Un beso grandote.
Mariposas amarillas me sorprendieron en estos días mientras bajaba por la Panamericana a Caracas, fíjate que predijeron este reencuentro virtual, esta visita a tu blog.
Siempre me ha gustado tu estilo, la vida nos separa y nos reúne, es como un gran mar.