Foto tomada de @gustavodudamel
En una semana murieron dos grandes venezolanos: el artista plástico Mateo Manaure (Monagas, 1926) y el maestro José Antonio Abreu (Trujillo, 1939). Desde sus ámbitos artísticos, la pintura uno y la música otro, ambos sembraron semillas de identidad que agradeceremos por siempre.
Manaure falleció el lunes 19 de marzo, a los 91 años, dejando una vasta obra pictórica, abstracta y figurativa, además de su ejemplo de constante trabajo y empeño en la formación; el maestro Abreu murió este sábado 24 de marzo, a los 78 años, con la satisfacción de haber creado una de las obras más hermosas que un ser humano pueda legar: el amor por la música en los niños.
El Sistema Nacional de Coros y Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela es una muestra de lo que puede dar este país y su gente; este país que hoy se siente arrinconado por una crisis moral y económica sin precedentes, pero que tiene en Manaure y Abreu, Jacinto Convit y Simón Díaz, Humberto Fernández Morán y Arturo Uslar Piertri, Cecilia Bernardoni y Rafael Reif, Deyna Castellanos y Gustavo Dudamel y así en cientos de venezolanos, en miles de buenos venezolanos, ejemplos de ciudadanos creativos, trabajadores, honrados y nobles, que revelan la grandeza que hay en nuestro gentilicio.
En tiempos como estos, en los que sentimos que el país se cae a pedacitos y que las esperanzas son pocas, vale la pena mirar con otros ojos sus obras, releer sus biografías, difundir sus historias de vida para respirar un aire de optimismo necesario, para recordar de qué estamos hechos...
Y quizá, con Cortázar decir que "nada está perdido si se tiene el valor de proclamar que todo está perdido y que hay que empezar de nuevo".
En una semana murieron dos grandes venezolanos: el artista plástico Mateo Manaure (Monagas, 1926) y el maestro José Antonio Abreu (Trujillo, 1939). Desde sus ámbitos artísticos, la pintura uno y la música otro, ambos sembraron semillas de identidad que agradeceremos por siempre.
Manaure falleció el lunes 19 de marzo, a los 91 años, dejando una vasta obra pictórica, abstracta y figurativa, además de su ejemplo de constante trabajo y empeño en la formación; el maestro Abreu murió este sábado 24 de marzo, a los 78 años, con la satisfacción de haber creado una de las obras más hermosas que un ser humano pueda legar: el amor por la música en los niños.
El Sistema Nacional de Coros y Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela es una muestra de lo que puede dar este país y su gente; este país que hoy se siente arrinconado por una crisis moral y económica sin precedentes, pero que tiene en Manaure y Abreu, Jacinto Convit y Simón Díaz, Humberto Fernández Morán y Arturo Uslar Piertri, Cecilia Bernardoni y Rafael Reif, Deyna Castellanos y Gustavo Dudamel y así en cientos de venezolanos, en miles de buenos venezolanos, ejemplos de ciudadanos creativos, trabajadores, honrados y nobles, que revelan la grandeza que hay en nuestro gentilicio.
En tiempos como estos, en los que sentimos que el país se cae a pedacitos y que las esperanzas son pocas, vale la pena mirar con otros ojos sus obras, releer sus biografías, difundir sus historias de vida para respirar un aire de optimismo necesario, para recordar de qué estamos hechos...
Y quizá, con Cortázar decir que "nada está perdido si se tiene el valor de proclamar que todo está perdido y que hay que empezar de nuevo".
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